Mucha de la sintomatología, esto es, ansiedad, depresión, fobias, entre otras, con las que acuden nuestros pacientes a terapia, está vinculada con sus experiencias más tempranas. Esto es, con su infancia, adolescencia y juventud.
Hay muchísima incertidumbre con respecto al mundo adolescente. Y también mucho estigma. Cuando miramos a esta población, tendemos a interpretar lo que dice, hace o piensa desde el prisma del adulto.
A nadie le gusta el sufrimiento, pero, lo cierto, es que es inevitable. Es parte de la vida, nos acompaña casi todos los días.
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que se producen como resultado de la interacción del individuo con lo que le rodea, alterando su atención, interpretación de la realidad y su conducta.
El autocuidado, ¿qué es exactamente? Podríamos definirlo como la capacidad de atender a nuestras necesidades físicas y emocionales.
La ansiedad es una emoción que experimentamos en diferentes momentos de nuestra vida. Puede llegar a estar muy presente en nuestro día a día, por lo que quizás este artículo os resulte útil para aprender a gestionarla de otra forma.
La adicción a una o varias sustancias es cuando la persona afectada presenta una preocupación excesiva en poder consumir, invirtiendo un tiempo notable en conseguirla y consumirla; lo cual acaba interfiriendo considerablemente en su vida.
¿Te has preguntado alguna vez por qué vuelves a caer de nuevo en tu propia trampa? ¿Por qué me fumo ese cigarro si quiero dejarlo? ¿Por qué discuto así con mi madre si luego me arrepiento? ¿Por qué me autolesiono si sé que no me hace bien?
La atención del adulto puede actuar como un elemento de lo más poderoso en la educación de los más pequeños. Desde la Psicología, se ha investigado cómo puede llegar a ser un determinante en el mantenimiento de conductas deseadas y no deseadas.
Hay multitud de factores que están detrás de la tristeza del ser humano. Los psicólogos huimos de explicaciones reduccionistas que buscan plantear las problemáticas desde una única causa.
