Anorexia nerviosa: qué es, tipos y síntomas

1. ¿QUÉ ES LA ANOREXIA NERVIOSA?

La Anorexia Nerviosa (AN) es un tipo de Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) que se caracteriza por la restricción de la ingesta calórica y/o la compensación de la misma, el miedo a ganar peso o engordar y la alteración en la manera en la que se percibe el propio cuerpo.

Como en todos los TCA, la insatisfacción corporal es el elemento vertebrador de la AN, así como la distorsión de la propia imagen, lo que hace que las personas que presentan esta problemática, sientan que su cuerpo nunca es lo suficientemente delgado y luchen incansablemente por llegar a ese canon de belleza.

Aunque comúnmente se cree que la AN es una problemática que se reduce a la comida y al cuerpo, lo cierto es que esconde mucho dolor detrás, necesidad de control y baja autoestima.

Las personas que suelen presentar AN tienden a buscar el control a través de la comida y el cuerpo. Es una forma de lidiar con situaciones del día a día en las que pueden conectar con emociones desagradables. También puede haber detrás un cierto miedo a crecer o necesidad de validación a través del cuerpo.

Además, la AN tiene un origen multicausal, por lo que se han de tener en cuenta factores familiares, sociales, individuales, ambientales y la historia vital de la persona. No podemos olvidar que vivimos en un contexto y que las conductas que las personas con AN ponen en marcha, como la compensación a través del ejercicio físico, las purgas o la reducción de la ingesta, son aprendidas.

Además, sabemos que se trata de una problemática socio-cultural, ya que no es casualidad que esta problemática aparezca con mayor frecuencia en culturas y sociedades donde está de moda la corporalidad delgada.

Según los datos, la AN es el TCA de menor prevalencia, pero no por ello el menos importante. Ya que se describen tasas de mortalidad de hasta un 5% en las personas que lo presentan. De hecho,  la anorexia nerviosa es el trastorno mental con mayor tasa de mortalidad de cualquier problema psiquiátrico (Fuente: Centro Nacional de Excelencia para los Trastornos de la Alimentación de Estados Unidos, 2019). La prevalencia en mujeres occidentales adolescentes es del 1% (Fuente: D Madruga Acerete, R Leis Trabazo, N Lambruschini Ferri (2014), siendo el 94% de los afectados por un TCA mujeres de 12 a 36 años, aunque cada vez se encuentran más casos entre varones y gente mayor (Fuente:Agencia Catalana de Consumo (ACC), 2018. «Anorexia y Familia», Mesa de Diálogo de prevención de los TCA).

2. ¿QUÉ TIPOS DE ANOREXIA NERVIOSA EXISTEN?

Dentro de la anorexia nerviosa podemos encontrar diferentes tipos en función de las conductas de control que se pongan en marcha. Así, podemos distinguir entre la anorexia nerviosa de tipo restrictivo y la anorexia nerviosa de tipo atracones y purgas.

En el primer caso, las conductas de control del peso y del cuerpo se relacionan con la reducción significativa de la ingesta calórica. Siendo esta muy por debajo de lo que cabría esperar para las necesidades de cada persona en función de su edad, sexo, desarrollo, hábitos de vida, etc.

Mientras que, en el segundo caso, las conductas de control del peso y del cuerpo tienen lugar a través de purgas (como el vómito, el uso de laxantes o diuréticos) con el objetivo de compensar lo que se ha ingerido.

Además, encontramos un último tipo de anorexia nerviosa que, aunque es más difícil de detectar, también existe y es importante darle visibilidad. Hablamos de la denominada anorexia nerviosa atípica. Y es que, comúnmente, solemos asociar como criterio de inclusión de la anorexia nerviosa el bajo peso o infrapeso, lo que nos lleva a pasar por alto casos de anorexia nerviosa cuando el cuerpo encaja en la normotipicidad. Así, muchas conductas que formarían parte de esto, se normalizan tanto social como clínicamente, si solo se tiene en cuenta el criterio de la delgadez.

En definitiva, la anorexia nerviosa atípica cumple los mismos criterios que la anorexia nerviosa, pero el peso está dentro o por encima del intervalo normal, por eso hay que tener mucho cuidado cuando no se detectan estos casos por poner sólo el foco en el IMC y la corporalidad. Es un subtipo de anorexia nerviosa muy invisibilizado, precisamente porque se normalizan las conductas de control que las personas ponen en marcha por no presentar un cuerpo delgado o excesivamente delgado, pero sigue existiendo una problemática igualmente.

3. ¿QUÉ DIFERENCIA LA ANOREXIA NERVIOSA DE LA BULIMIA NERVIOSA?

Dentro de los TCA, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (BN) son los más conocidos y, sin embargo, con normalidad suelen confundirse. Y es que, se tiende a pensar que la anorexia y la bulimia nerviosa se diferencian en el tipo de corporalidad que tiene la persona, o lo que es lo mismo, se suele asociar un cuerpo delgado con personas que presentan anorexia nerviosa, y un cuerpo normotípico o de otras características, con el cuerpo de una persona que presenta bulimia nerviosa.

Sin embargo, en contra de lo que muchas personas piensan, lo que diferencia la anorexia nerviosa de la bulimia nerviosa no es el IMC, sino las conductas que se ponen en marcha. Mientras que en el caso de la AN nos podemos encontrar con conductas de control como la restricción de alimentos y purgas. En la BN nos encontramos fundamentalmente con conductas de compensación como las purgas y el ejercicio físico.

Si especificamos un poco más, lo que se suele confundir en mayor medida, es la anorexia nerviosa de tipo atracón y purga con la bulimia nerviosa, porque ambas comparten los atracones de comida y las purgas como forma de compensar la ingesta y de controlar el cuerpo. Sin embargo, la diferencia reside en que en el caso de la anorexia nerviosa de tipo atracón y purga, los atracones son subjetivos, es decir, la ingesta de comida no excede a lo que comería otra persona en su misma situación, por lo que no hay una pérdida de control real, sino subjetiva. En el caso de la BN los atracones de comida son objetivos apareciendo una pérdida de control real, malestar a nivel estomacal, vergüenza, culpa, una ingesta mucho superior a lo que comería otra persona durante ese período de tiempo y mismas circunstancias…

En último lugar, otro de los aspectos que también diferencia la AN de la BN, suele ser que la AN suele estar relacionada con perfiles más autoexigentes, con mayor rigidez cognitiva y tendencia a la búsqueda del control. Mientras que en el caso de la bulimia nerviosa nos podemos encontrar con conductas más impulsivas y de pérdida de control.

4. ¿CÓMO TRABAJAMOS LA AN DESDE CLÁRITAS?

Para nosotros/as es importante que te sientas acompañado/a desde el primer momento. Entendemos que tu caso es único y validamos cada una de tus experiencias para hacer un plan de intervención a medida. Por ello, nos centramos en evaluar qué es lo que te ha llevado a poner en marcha esas conductas de control del cuerpo y la comida, y cuál es la función que mantienen en la actualidad. Valorando tu historia de vida, relaciones socio-familiares y patrones actuales de conducta que puedes llevar arrastrando desde hace tiempo.

En base a ello, nos centramos en trabajar tanto la parte conductual, como la parte emocional que hay detrás de cada caso. Además, sabemos que la familia juega un papel importante, por lo que también entra a formar parte de la intervención si es necesario. No podemos olvidar el origen multicausal que, como comentábamos, tienen los TCA.

Para intervenir en estas problemáticas al completo, abordamos la AN en su totalidad, ya que sabemos que las personas que presentan un TCA se enfrentan a su mayor miedo cada día, la comida. Por lo que tratamos de hacer un acompañamiento desde la empatía, la curiosidad y el respeto.

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