Psicólogos especialistas en Duelo en personas mayores en Madrid

¿QUÉ ES EL DUELO?

Es habitual que hablemos de duelo cuando fallece una persona importante, pero también se pueden abrir un duelo cuando en la vida experimentamos una interrupción o un cambio brusco, cuando alguien abandona el hogar, cuando una relación importante acaba, cuando termina la vida laboral, etc. En otras palabras, cualquier experiencia vital que nos haga enfrentarnos a una pérdida.

El duelo es, por tanto, el proceso mediante el cual nos despedimos de lo que hemos perdido y procedemos a adaptarnos a una nueva situación. Es como si se tratase de una herida que requiere su tiempo de cicatrización.

FASES DEL DUELO

Las fases del duelo son popularmente conocidas, y aunque nos sirven como guía para valorar cómo evoluciona, no significa que en todos los casos aparezcan todas o que en todas las personas se experimenten en el mismo orden.

1 · NEGACIÓN:
La dificultad para aceptar lo sucedido es la primera reacción habitual cuando sufrimos una pérdida. Podemos encontrarnos con expresiones o pensamientos como: “No puede ser verdad”, “Tiene que ser un error”, “Esto no es justo”, “¿Cómo ha podido pasar?”.

Cuando negamos lo sucedido estamos pidiéndole a la realidad que nos dé un tiempo de espera porque aún no estamos preparados para digerir este cambio. En muchas ocasiones se puede experimentar como una ausencia de sentimientos, debido a la magnitud del bloqueo.

2 · ENFADO:
Es muy habitual sentir rabia y enfado. Esta emoción nos llena de energía y por lo tanto nos está “cuidando”, evitando que nos vengamos abajo. Sentir enfado es adaptativo, pues nos permite prepararnos para cuando lleguen otras emociones más difíciles. Dicho en otras palabras, el enfado es el impulso que nos permite salir a flote.

3 · NEGOCIACIÓN:
En este punto es habitual fantasear con la posibilidad de revertir la situación. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible. En duelos por fallecimiento esta etapa suele ser breve, ya que la realidad nos muestra que no es posible. Sin embargo, en duelo, por ejemplo, por una ruptura de pareja, la persona puede quedarse anclada en este punto, tratando de resolver siempre la situación sin aceptar que dicha relación ha finalizado.

4 · MIEDO O DEPRESIÓN:
La persona ya ha asumido que la pérdida es real e inundan los sentimientos de tristeza y vacío. Es la fase en la que la persona entra en contacto directo con la ausencia y todo lo que supone. Aparece grandes sentimientos de incertidumbre por el futuro y por la propia identidad: “¿Quién soy “yo” después de esta perdida?” ¿Cómo será mi vida?

5 · ACEPTACIÓN:
Cuando la persona llega a esta fase podemos decir que ha logrado elaborar el duelo. Esto sucede porque la persona ha aceptado la perdida y es consciente de que no hay vuelta atrás, pero también ha conseguido entender cuál es su nuevo lugar en el mundo y qué sentido adquiere ahora su vida.

Es muy importante entender que la elaboración de un duelo no supone que olvidemos aquello que hemos perdido, sino que somos capaces de recordarlo sin un dolor que nos paralice.

¿CUÁNDO ES NECESARIA LA AYUDA PROFESIONAL?

Las experiencias de pérdidas y los procesos de duelo tienen características diferentes también en función de la etapa vital en la que se atraviesen. No es lo mismo atravesar una perdida cuando somos niños, que cuando somos adultos o ancianos.

Es importante señalar que la mayoría de las personas mayores poseen una mayor capacidad de elaborar el duelo que las personas más jóvenes. Sin embargo, también cabe destacar que, a través de nuestra práctica clínica, observamos que existen ocasiones en las que el duelo puede complicarse en personas mayores

La complicación más habitual sucede cuando se produce el fallecimiento del cónyuge, hijos o nietos. Este tipo de pérdidas pueden llevar al abandono de la ilusión por la vida.

Cuando una persona mayor atraviese un duelo complicado notaremos una actitud anclada en la constante tristeza, síntomas de ansiedad, sensación de desorientación vital y desesperanza.

 

Cuando este estado se alarga en el tiempo podemos encontrar manifestaciones persistentes acerca del deseo de muerte, sentimientos incapacitantes de culpa, por ejemplo, por seguir viviendo. Además de la sensación de soledad e inseguridad.

CÓMO ACOMPAÑAR EN EL DUELO A UNA PERSONA MAYOR

Habitualmente a la generación de las personas mayores no se les educó en la expresión de sus emociones. Por eso es importante ayudarles a que puedan identificarlas y expresarlas con naturalidad.

Cuando hablamos de un duelo por fallecimiento, aunque parezca que puede ser demasiado doloroso para la persona mayor, recordar aquellos momentos con la persona fallecida puede ayudarles a liberar sus emociones e ir procesando la pérdida.

Atender las necesidades básicas y físicas del cuerpo es muy importante para que puedan tener la energía suficiente para combatir los sentimientos de tristeza o los pensamientos negativos que surjan.

A veces la presencia familiar no es suficiente y la ayuda profesional puede convertirse en un espacio en que poder expresar miedos, preocupaciones y emociones de que otra manera no podrían abordarse.

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Nuestros Clientes Opinan

Instituto Psicológico Cláritas IconInstituto Psicológico Cláritas

Calle de Zurbano, 98, Madrid

4,9 75 reviews

  • Avatar Andy Petrova ★★★★★ Hace 2 meses
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    Muy profesionales y vinculándose con el problema o situación del paciente. No se trata de una mera consulta, sino todo lo contrario se preocupan por el paciente, ahondan en el fon de o de su situación … Leer más y resuelven. Para mi y en cuanto al Psicoterapeuta que me ha tratado JORGE, sólo tengo palabras de agradecimiento. Gracias por todo tu ayuda y apoyo
    Antonio Yepes

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