Tratamiento del Trastorno Bipolar
Para el tratamiento psicológico del trastorno bipolar, se tendrá en cuenta los tratamientos bien establecidos como eficaces para este diagnóstico. Entre ellos destaca la terapia cognitivo-conductual, terapia familiar y la psicoeducación. Existen otros tratamientos psicológicos complementarios como el mindfulness, terapia dialéctica conductual o psicodinámica.
La psicoeducación consiste en facilitar información al paciente y familia si es necesario, acerca del trastorno, cómo evoluciona, qué podemos detectar antes de cada episodio. Así se aumenta la percepción de control y la posibilidad de manejo de cada episodio.
La terapia cognitivo-conductual ayuda al paciente a identificar y modificar asociaciones erróneas entre pensamiento y emoción. De forma que pensemos y nos comportemos de forma más funcional.
La terapia familiar se centra en la mejora de habilidades de comunicación afectiva en el ámbito familiar y dar herramientas orientadas a la solución de problemas, debido a que el entorno del paciente es clave en su tratamiento.
Además, como se ha expuesto anteriormente, los síntomas van cambiando según los episodios que se presenten, por lo que es de vital importancia conocer en profundidad las características individuales del caso en concreto. Para ello, es de gran utilidad hacer una buena evaluación, mediante entrevistas, aplicación de cuestionarios, uso del gráfico vital (en el que se representan los episodios y acontecimientos a lo largo de su vida).
Para complementar la terapia psicológica podemos contar con la terapia farmacológica, entre los que encontramos las sales de litio, antidepresivos, antiepilépticos y antipsicóticos. Según los síntomas y la situación de cada paciente el médico recomendará unos u otros.
¿QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR?
El trastorno bipolar es un diagnóstico compuesto por distintos síntomas que se
entienden como un continuo según la intensidad y combinación de estos. Por eso mismo, aunque distintas personas presenten el mismo diagnóstico, se puede manifestar de forma distinta en cada uno.
Teniendo en cuenta esto, según los síntomas que se estén presentando encontramos distintos subtipos del trastorno bipolar.
Antes de presentar los distintos subtipos, es importante conocer los síntomas y los términos asociados:
- Manía: período en el que el estado de ánimo es persistentemente elevado, expansivo o irritable. Aumentando de forma anormal y persistente la actividad o energía hacia un objetivo. Dura como mínimo una semana y presente la mayor parte del día.
- Hipomanía: período en el que el estado de ánimo es como el descrito en la “Manía”, sin embargo, este dura como mínimo cuatro días, y tiene un impacto menor en la vida de la persona.
- Depresión: período en el que el estado de ánimo es deprimido la mayor parte del día, casi todos los días. En niños y adolescentes puede ser un estado de ánimo de irritabilidad. Hay una disminución importante del interés o placer por las actividades.
Entre los subtipos más relevantes encontramos el Trastorno Bipolar I, la característica más significativa es presentar el antecedente previo de haber experimentado un episodio maníaco durante su vida. El Trastorno Bipolar II, incluye personas que han padecido episodios depresivos e hipomaníacos, sin embargo, nunca han experimentado un episodio maníaco completo. Por último, la Ciclotimia, se caracteriza por la presencia durante al menos dos años, de episodios frecuentes de síntomas hipomaníacos y depresivos, sin llegar a ser un episodio depresivo mayor.
LAS PERSONAS CON TRASTORNO BIPOLAR PUEDEN EXPERIMENTAR LOS SIGUIENTES EPISODIOS:
Se trata de un periodo de al menos una semana en el que se presenta un ánimo elevado o irritable que es anormal en la persona. Viene acompañado por un aumento de la actividad o la energía, y se mantiene presente la mayor parte del día, casi todos los días. Esta alteración provoca un deterioro en el ámbito laboral o social (familia, amigos etc.).
Es una variante menos grave del episodio maniaco en el que también existe un aumento de la actividad o la energía que se mantiene durante la mayor parte del día, todos los días. Sin embargo,en este caso la intensidad de los síntomas es menor y su duración mínima es de 4 días consecutivos.Además, los episodios hipomaniacos no provocan ninguna alteración grave en el ámbito del trabajo y/o actividades o relaciones sociales. De hecho, algunas personas experimentan estos periodos como un estado eufórico placentero.
Consiste en un periodo de tiempo de al menos dos semanas en las que la persona tiene un estado de ánimo depresivo o una disminución del placer o del interés en distintas actividades cotidianas.
EN FUNCIÓN DE CÓMO SE SUCEDAN ESTOS EPISODIOS, ESTAREMOS ANTE UN TIPO U OTRO DE TRASTORNO BIPOLAR:
La persona ha sufrido al menos un episodio maniaco. Antes o después de este pueden haber existido episodios hipomaniacos o de depresión mayor.
La persona ha sufrido al menos un episodio depresivo mayor y un episodio hipomaníaco. No obstante, no se ha experimentado nunca un episodio de manía.
La persona ha presentado, durante al menos dos años, periodos con síntomas hipomaníacos y periodos con síntomas depresivos. A lo largo de estos dos años, los periodos (hipomaniacos y depresivos) han existido durante al menos la mitad del tiempo (1 año), y la persona ha estado sin ningún síntoma durante más de dos meses seguidos.
LOS SÍNTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR
Los principales síntomas del trastorno bipolar dependerán del subtipo de trastorno bipolar, teniendo en cuenta que los síntomas cambian según se encuentre en un episodio más maníaco o más depresivo.
- Episodio maníaco: Estado de hiperactividad, no perciben el cansancio, por lo que el sueño se reduce, se involucran en nuevas aficiones, conocer gente nueva, actúan de manera arriesgada (juego, abuso de alcohol, drogas, conductas sexuales promiscuas, deportes extremos…), compras compulsivas, libido aumenta, habla verborreica, pensamientos automáticos muy rápidos y excesivamente positivos, visión grandiosa de uno mismo y del mundo, puede existir pensamientos delirantes, con irritabilidad y suspicacia.
- Episodio depresivo: Se dejan de realizar actividades que eran agradables para la persona, llegando a reducir otras actividades esenciales como el trabajo, tareas del hogar, cuidados… Los pensamientos automáticos son de tipo pesimista, la concentración y memoria se ven alteradas, las emociones más destacadas son de tristeza, cansancio, falta de vitalidad. Disminuye el apetito y deseo sexual. En algunos casos la persona come más para aliviar la tristeza. El sueño también se ve alterado. Puede aparecer también irritabilidad o desconfianza.
POSIBLES CAUSAS DEL TRASTORNO BIPOLAR
La teoría que más se acerca a una explicación de la aparición de este trastorno es el modelo propuesto por Belloch, 2020. En el que se remarca la interacción gen-ambiente y epigenética. Estas interacciones producen cambios progresivos en la persona. Estos cambios son a nivel biológico, psicológico y social, dando como resultado manifestaciones clínicas observadas en la vida diaria del paciente.
Por tanto, encontramos el factor genético: pudiendo ser un factor heredado. Factor epigenético: maduración celular y mielinización. Factores ambientales: traumas o acontecimientos vitales estresantes y abuso de sustancias. Estos tres producen una modificación neuronal y estructural: hiperexcitabilidad, pérdida de sustancia gris, entre otras. Lo que va a dar como resultado una funcionalidad alterada en la vida del paciente.
NUESTRO TRATAMIENTO DEL TRASTORNO BIPOLAR
En Cláritas, nuestro enfoque de tratamiento para el trastorno bipolar se basa en tratamientos eficaces, contando con profesionales cualificados para llevarlo a cabo y contando con supervisión continua del caso por parte del equipo.
El proceso comienza con una evaluación profunda del caso concreto. A continuación, proporcionamos una devolución del diagnóstico, acompañado de una explicación de qué es lo que está sucediendo, por qué ocurre, y cuál es la propuesta de tratamiento.
Los objetivos terapéuticos que se persiguen serán validados por el paciente y familiares si se considera. Posteriormente, procedemos con el tratamiento, el cual será enfocado según las necesidades particulares de la persona, sin embargo, se centrará en detectar y disminuir los síntomas depresivos mediante la activación, y de síntomas maníacos con reestructuración, conductas seguras, desarrollo de hábitos saludables, entre otros.
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