Hay quien dice que quien no tiene celos de su pareja, “no la quiere de verdad”. Además de falso, este dicho refleja un aspecto bastante tóxico de la relación, íntimamente ligado a la posesividad, uno de los grandes encargados de destruir relaciones. Los celos son un sentimiento normal, siempre y cuando los tengamos en la ‘cantidad’ adecuada. Este sentimiento nace cuando tenemos miedo de perder el afecto de alguien o cuando sentimos algo propio amenazado, como una persona o un objeto. Los celos se manifiestan en forma de respuesta emocional ante esa amenaza, que hace que experimentemos sentimientos como la culpabilidad, el enfado, la vergüenza o la tristeza.
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