Beatriz Berjón siempre ha sentido interés por la comprensión del ser humano y por el mundo emocional de cada persona. Entiende el proceso terapéutico como la necesidad de reconocer, entender y dar sentido a experiencias emocionales relevantes que nos informan de lo que es importante para nosotros. La persona y sus experiencias internas, por lo tanto, se convierten en el foco central de la terapia. El objetivo es la transformación emocional. Parece sencillo, pero no lo es, ya que implica desandar un camino que lleva trazado durante años, probablemente. Y a pesar de que el camino conocido suele ser el más cómodo, quizá no es el más adaptativo. A corto plazo puede que calme y de sensación de control lo que hemos aprendido a hacer con nuestras emociones (ignorarlas, evitarlas, juzgarlas, taparlas, pelearme con ellas…), pero a largo plazo el problema y/o malestar, persiste.
Una gestión adaptativa de nuestras emociones nos ayuda a conectarnos con nuestras necesidades humanas y a actuar en función de estas. Por ejemplo, se nos hace muy fácil comer cuando sentimos que tenemos hambre (cubro mi necesidad física); sin embargo, cuando sentimos que nos han faltado al respeto, a veces cuesta poner lo que sentimos en palabras y comunicarlo poniendo un límite, pidiendo que no vuelva a ocurrir (cubro mi necesidad emocional). “Seguro que le sienta fatal”, “En verdad no ha sido para tanto, soy una exagerada”, “Vas a pensar que eres borde si le dices algo”… Son cosas que nos solemos decir para tapar nuestra emoción primaria de enfado. Estos mensajes de culpa y autocrítica, entre otros, ayudan a revelar una posible herida emocional. Estas heridas son las secuelas psicológicas que nos deja el recuerdo o la vivencia de experiencias tempranas dolorosas. Continuando con el ejemplo, si cuando eras pequeña en casa se enfadaban con tu enfado, acabas aprendiendo a invalidarlo. Este es solo un ejemplo muy básico de los muchos enredos emocionales que podrían conformar nuestro malestar. Algunas de estas heridas las vamos sanando a medida que crecemos y generamos nuevos vínculos de reparación, pero otras se van “infectando” y enquistando cuando evitamos el dolor que producen.
Partiendo de esta base, la prioridad en la terapia que Beatriz aplica pasa por situar a la persona como motor principal de cambio, capaz de generar sus propios recursos internos (empatía, autoestima, autoanálisis, asertividad, flexibilidad, iniciativa, curiosidad, determinación, autorrespeto, honestidad, autenticidad, congruencia, seguridad…) que le predispongan al cambio. Su trabajo y actitud en terapia se enmarca en un enfoque experiencial que facilite a la persona conectar con sus emociones, entender lo que ocurre, profundizar y, desde ahí, poder ayudar a transitar esas emociones dolorosas, para así poder cerrar las heridas.
«“Para mí la terapia es un espacio donde podemos aprender a ser ese adulto con nosotros mismos, con el que nos hubiera gustado contar en la infancia, que respeta y valida lo que sentimos y al mismo tiempo potencia nuestros recursos internos para que nos hagamos responsables de satisfacer nuestras necesidades»
Experiencia
Durante su experiencia en el ámbito clínico, ha colaborado con distintos centros sanitarios (UNINPSI y Psicólogos Princesa 81) y el Colegio Vedruna en Madrid, poniendo en práctica la formación especializada con población adulta y adolescentes.
En la actualidad se dedica a la consulta psicológica privada y a seguir formándose en la misma línea, con un gran interés por la perspectiva relacional de la psicoterapia y la importancia del vínculo paciente – terapeuta. Considera que la formación continua debe ser una parte indispensable de la profesión, ya que da sentido a nuestro trabajo, le ayuda a mejorar como terapeuta y enriquece su vocación.
Formación y colaboraciones
Beatriz estudió Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. La ambición por querer conocer esta ciencia en mayor profundidad le llevó a continuar formándose en la Universidad Pontificia de Comillas, con el Máster General Sanitario y la especialidad de Terapia Humanista Experiencial y Terapia Focalizada en la Emoción.
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