chica descansando

¿Cómo le digo a mi hijo que un ser querido ha muerto?

El momento en el que tenemos que comunicarles a nuestros hijos que algún familiar o alguien cercano ha fallecido puede ser uno de los momentos más tensos y angustiantes, sobre todo si es muy cercano al menor, como un progenitor o un abuelo. En ese momento surgen todas las dudas ¿Qué le digo y que no? ¿cómo le explico lo que es la muerte si es pequeño? ¿cómo manejar la muerte con un adolescente?

La sociedad actual se siente incómoda en torno a la muerte y el duelo, es por esto por lo que, siempre intentamos proteger a los mas pequeños de ella, ocultándosela o adornándola para que sea más agradable. También muchas veces los adultos nos apoyamos en el argumento de que puede ser algo traumático para el menor o que no va a poder soportarlo. Junto a este mito encontramos otros como el que es mejor no mostrarnos tristes delante del niño o que es mejor no hablar mucho del fallecido.

Paradójicamente, algo supuestamente bueno para los niños o adolescentes, acaba por ser perjudicial y confuso para ellos. En primer lugar, porque pueden tener creencias erróneas que no estamos corrigiendo, en segundo lugar, porque en el intento de evitarles el dolor, estamos olvidando enseñarles sobre frustración impidiéndoles adquirir habilidades que van a necesitar cuando sean adultos.

Al igual que con el duelo de los adultos, existen distintos factores que pueden afectar tanto en como comunicamos la noticia como en el desarrollo del duelo de ese menor, por ejemplo, el tipo de relación y vínculo que el menor tenía con el fallecido, a mayor vínculo mayor desorganización y alteración de la conducta.

Algo que siempre debemos tener en cuenta con la muerte y comunicar la noticia es el momento evolutivo en el que se encuentre el niño, no es lo mismo un niño de 4 años que uno de 8 años. Algo que siempre es de ayuda es que, si en la medida de lo posible podemos anticipar la muerte de ese ser querido, será más fácil de asimilar para el menor. Un ejemplo sería en el caso del cáncer.

¿Cuáles son los principios para transmitir la muerte?

  1. Adaptar siempre el lenguaje a la edad
  2. La muerte es irreversible, “ha fallecido y ya no lo vamos a ver más”
  3. La muerte es universal, “todos morimos y es algo natural de la vida”
  4. El cuerpo deja de funcionar, el corazón, los órganos… A mayor edad explicar más la causa de fallecimiento.

Para transmitir estos principios es fundamental no usar eufemismos ni frases que puedan ser más costosos para ellos de asimilar como: “la abuela se ha ido” “el tío está en un lugar mejor”. Sobre todo, para los más pequeños porque no explica bien que es lo que esta sucediendo y da la sensación de que en cualquier momento puede volver.

¿Cómo se lo decimos?

Primero debemos elegir quien es la persona que lo va a comunicar, siempre vamos a priorizar las personas cercanas, primero los padres y en caso de ausencia, se prioriza el cariño del niño hacía la persona que el parentesco.

La noticia debe darse lo antes posible en un lugar intimo y privado donde el niño se sienta seguro y pueda expresarse emocionalmente con libertad. Facilitar que se expresen emocionalmente es de ayuda para el niño y solo y exclusivamente protegeremos cuando sea una emoción muy desbordante.

Lo ideal para dar información es ir de lo general a los detalles, según el niño vaya preguntando y muestre más curiosidad, siempre y en la medida de lo posible, es necesario resolver las dudas que pueda tener. Según se van acercando a la adolescencia tienden a querer hacerse cargo de las responsabilidades que esa persona tenía. Es importante, explicar como vamos a funcionar ahora y no hacerle responsable de cosas que no pertenecen a su edad.

A partir de los 6/7 años explicar los rituales y los homenajes que se van a dar y preguntarle si quiere participar en ellos o no. Enseñarle que sobre todo esto ritos son una forma de despedirnos de ellos y expresar que siempre les recordaremos y que nadie va a poder sustituirles.


Consulta la tabla en PDF haciendo click aquí.

¿Cuánto le cuento?

Cuanto más pequeños, menor desarrollo cognitivo tienen, por lo que será más difícil para él entender lo que sucede. A partir de los 3 años aproximadamente empiezan a hacerse preguntas sobre la muerte, no es necesario que haya muerto alguien cercano, son preguntas evolutivamente corrientes.

En el caso de los más pequeños podemos usar algunos recursos como vídeos o cuentos que faciliten la información como, por ejemplo:

  • El jardín del abuelo, cuento
  • El pato y la muerte, cuento

Como hemos dicho anteriormente, en algunos casos nos podemos encontrar ante un menor que está teniendo dificultades para asimilar una pérdida o que le esta costando procesar la noticia. Si es así, es posible que pueda necesitar ayuda de un profesional, cuenta con nosotros desde Cláritas para resolver dudas o empezar un tratamiento.

Bibliografía

Díaz, P. (2016). Hablemos de duelo. Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes. Fundación Mario Losantos del Campo. Recuperado de http://www. codajic. org/sites/www. codajic. org/files/Hablemos% 20de% 20Duelo20.

Arnaiz, V. (2003). Diez propuestas para una pedagogía de la muerte. Aula de Innovación educativa122, 59-61.

Campione, F. (2017). Cómo ayudar a los niños ante la muerte y el duelo. La pregunta que vuela. Ediciones Dehonianas España.

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