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El alcoholismo, un problema anónimo

El alcohol es la droga más consumida en el mundo. En España, el consumo de bebidas alcohólicas está completamente normalizado debido a su producción, su elevado consumo y el arraigo social que tiene en nuestra cultura.

Su presencia a nivel social hace que apenas nos llame la atención la incidencia del consumo excesivo del mismo, provocando que sea anónima la identidad de múltiples personas con un problema de consumo de alcohol.

¿Sabías que el alcohol además de ser una sustancia adictiva que puede ocasionar dependencia, es uno de los principales factores de riesgo de carga de enfermedad, lo que contribuye al desarrollo de múltiples problemas de salud?

¿Cómo puedo saber si tengo un problema de alcoholismo?

Un buen indicador para saber que tienes un problema de alcoholismo sería si este provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo, viéndose afectadas las principales áreas de funcionamiento, tales como pueden ser:

      Los estudios

      El trabajo

      La conducción

      Las relaciones interpersonales

      La comunicación

      La salud

En consulta reconocemos este problema cuando la persona experimenta al menos dos de los siguientes hechos en un plazo de 12 meses:

  • Consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
  •  Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de alcohol.
  • Invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
  •   Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
  •  Consumo recurrente de alcohol que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
  •  Consumo continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas  sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del alcohol.
  • El consumo de alcohol provoca el abandono o la reducción  de importantes actividades sociales, profesionales o de ocio.
  • Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que  provoca un riesgo físico.
  • Se continúa con el consumo de alcohol a pesar de saber que  se sufre un problema físico o psicológico persistente o recurrente probablemente causado o exacerbado por el alcohol.
  • Tolerancia, definida por:
    •  Una necesidad de consumir cantidades cada vez mayores de alcohol para conseguir el efecto deseado.
    • Un efecto notablemente reducido tras el consumo continuado de la misma cantidad de alcohol.
  • Abstinencia:
    • Presencia del síndrome de abstinencia característico del alcohol (sudoración, taquicardias, temblor distal de manos, náuseas o vómitos, insomnio, ansiedad, agitación psicomotora…).
    • Se consume alcohol (o alguna sustancia muy similar) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

¿Qué puedo hacer si sospecho que tengo un problema con el consumo del alcohol?

Este sería el primer paso, el más difícil y el más importante en el proceso de tratamiento. En general la toma de conciencia de cualquier problema es una de las cosas más difíciles de conseguir. En el caso concreto del alcoholismo, además, se puede ver dificultada por la aceptación existente alrededor del consumo del alcohol en nuestra sociedad.

¿Puedo hacerlo solo/a?

Muchas personas que logran identificar que tienen un problema con el consumo de alcohol, intentan reducir su ingesta o dejarlo por completo, por sí solas, sin ningún tipo de apoyo. Llevando a que lo logren por un tiempo, pero finalmente es habitual que terminen recayendo, generando una gran frustración y sufrimiento.

La recaída es uno de los protagonistas en el tratamiento de esta patología y no debemos interpretarlo como un fracaso, sino como parte del proceso, hacerlo con ayuda terapéutica resulta mucho mas fácil afrontar esto.

Además existen múltiples factores que intervienen en el consumo de esta sustancia, de los que probablemente no seas del todo consciente, algo que habría que explorar en consulta para poder trabajarlo.

OK, finalmente decido ir a terapia, ¿en qué consiste el tratamiento?

Existen diferentes tratamientos eficaces, validados científicamente. Aunque en general comparten un esquema terapéutico básico, que consiste en los siguientes pasos:

      Desintoxicación

      Deshabituación

      Mantenimiento de la abstinencia (con especial atención en la prevención de recaídas)

      Recuperación

      Reinserción social

Este esquema básico además se encuentra precedido por una fase de valoración y finalizado por una fase de seguimiento. Esta última, tiene el fin de controlar que puedas mantener los cambios logrados a lo largo del tratamiento. Entre estos encontramos, que seas capaz de poner en práctica los recursos adquiridos ante aquellas situaciones que le supongan un riesgo en la vida cotidiana, sin hacer uso del alcohol, de una manera cada vez más autónoma, hasta que te encuentres capaz de llevarlo a cabo sin apoyo terapéutico.

Si te has sentido identificado con alguno de los aspectos mencionados en este artículo y crees que te podemos ayudar, no dudes en contactar con nosotros.

 

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