silla en el agua

El peso del sentimiento de soledad

¿Alguna vez te has sentido solo, rodeado de gente? A lo largo de mi experiencia como terapeuta he conocido a personas que detrás del motivo que le trae a consulta, se esconde un profundo sentimiento de vacío y de soledad. Estas personas, afirman no estar solas físicamente, teniendo amigos y familia que se preocupan por ellos, sin embargo, es una emoción que los acompaña a lo largo de sus vidas.

El sentimiento de soledad no es ni bueno ni malo, pero puede generarnos emociones desagradables, según la manera en la que nos relacionemos con él.

¿Por qué me siento solo cuando no lo estoy?

Todos los seres humanos tenemos dos mecanismos por el cual nos relacionamos con los otros. Uno tiene forma de angelito, es el mecanismo vincular, y es el que percibimos como el bueno, el eficaz. Es el que nos permite establecer relaciones con otras personas, sin embargo, este mecanismo, es el que haría todo lo posible con tal de no perder vínculos, incluido tener conductas dañinas hacia nosotros mismos. Por otro lado, están las defensas, que tienen forma de diablo, por lo que podemos interpretar que son malas, y nos quieren alejar del resto, sin embargo, son los que nos protegen poniendo límites.

Las personas que presentan un sentimiento de soledad generalmente tienen un desequilibrio entre estos dos mecanismos. Hay personas que atienden más al mecanismo que nos ayuda a vincular, al que hemos denominado “angelito”, lo que nos genera que pongamos las necesidades de los demás por encima de las nuestras, depositando en ellos nuestra valía, percibiendo que tenemos toda la responsabilidad de las relaciones y llegando a soportar o ceder ante actitudes o comportamientos que superan nuestros propios límites. Estos comportamientos son los que mantienen la idea de que no somos suficientes, teniendo mucho sentimiento de culpa y de responsabilidad con los otros, así como una elevada autocrítica y una baja autoestima al no respetar nuestras necesidades ni tener una mirada compasiva hacia nosotros mismos, no permitiéndonos ser vistos por los otros.

Por otro lado, están las personas que atienden más a su lado defensivo al tener una herida en el mecanismo vincular que les impide confiar en los otros, por lo que acaban por alejarlos anhelando establecer vínculos, lo que así mismo les hace sentir poco valiosos para el resto y para sí mismos.

En ambas situaciones, la persona no se acepta ni se considera lo suficientemente valiosa, interpretando que los demás no le aceptarán tampoco generando ese sentimiento de soledad. El sentimiento de soledad está muy relacionado con la manera en la que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.

¿Cómo puedo gestionar el sentimiento de soledad?

La manera de tener una mejor relación con este sentimiento es a través del autoconocimiento, aprender aceptar aquello que no nos gusta de nosotros, mirarnos con una mirada compasiva y mostrarnos tal y como somos aceptando las consecuencias derivadas de ello, dejando de huir del sufrimiento.

¿Alguna vez te has preguntado como cambiaría tu vida sin esa herida de soledad? Te invito a que te plantes en que medida ese sentimiento de soledad está afectando a la manera e la que estás viviendo tu vida.

 Aceptarse y comprometerse con uno mismo no es una tarea fácil, por ello en el Instituto Psicológico Claritas, contamos con profesionales que te pueden ayudar.

Enviar WhatsApp