Te contamos todo sobre el duelo perinatal

La llegada de un hijo es uno de los momentos más esperados y significativos en la vida de cualquier persona.
Sin embargo, cuando la gestación se ve interrumpida por una pérdida perinatal, el impacto emocional puede ser devastador, de modo que, el duelo perinatal es una experiencia profundamente personal y compleja que no solamente afecta a padres, sino a familias enteras.

¿Qué es el duelo perinatal?

El duelo perinatal se refiere al dolor emocional que experimentan los padres tras la pérdida de un bebé, bien sea durante el embarazo, el parto o poco después de que este nace.
Esta pérdida puede ocurrir en cualquier etapa del embarazo, es decir, desde el primer trimestre hasta el período neonatal inmediato.
Aunque cada experiencia de duelo es única, existen características comunes que unen a quienes atraviesan esta situación.
Si bien desde una perspectiva psicológica, este duelo no difiere fundamentalmente de otros tipos, lo cierto es que presenta particularidades que lo hacen especialmente complejo.
En este sentido, la pérdida de un bebé antes de su nacimiento o en los primeros días de vida implica una mezcla de emociones intensas, incluyendo tristeza, culpa, ira, confusión e incluso, en algunas circunstancias, se puede experimentar alivio cuando hay complicaciones graves durante el embarazo.
La naturaleza de esta pérdida, a menudo no reconocida socialmente con la misma intensidad que otras, puede llevar a un sentimiento de aislamiento en los padres.
De este modo, es un duelo que en particular puede tener efectos duraderos en la salud mental de los padres, quienes pueden experimentar un aumento en los niveles de depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Además, esta experiencia puede influir en futuras decisiones sobre el embarazo y la crianza de otros hijos, generando una carga emocional que requiere un abordaje cuidadoso y especializado.

Las fases del duelo perinatal

El duelo perinatal y gestacional, al igual que otros tipos de duelo, puede dividirse en diversas fases que reflejan el proceso de aceptación y adaptación de la pérdida.
Aunque el modelo de las cinco etapas de Elisabeth Kübler-Ross es ampliamente conocido, es importante reconocer que el duelo es una experiencia no lineal y, por consiguiente, cada individuo puede transitar por estas fases de manera diferente.
En los primeros momentos que transcurren tras la pérdida, es común que los padres experimenten una sensación de incredulidad o negación, siendo una fase que actúa como un mecanismo de defensa que ayuda a mitigar el impacto inicial del dolor.
De tal forma, los padres pueden sentirse entumecidos o desconectados de la realidad de la pérdida, buscando maneras de aferrarse a la esperanza de que el bebé esté bien o que la situación pueda revertirse.

Puede surgir una profunda ira

Asimismo, puede surgir una profunda ira a medida que la realidad de la pérdida se asienta. Este sentimiento puede dirigirse ya sea hacia uno mismo, profesionales de la salud, la pareja, o incluso entidades más abstractas como la naturaleza o el destino.
La frustración por la impotencia de no poder cambiar el resultado es una emoción común en esta etapa.
A su vez, es posible observar una fase de negociación en la que los padres pueden intentar negociar con fuerzas superiores, tales como Dios o el destino, buscando hallar una manera de revertir la pérdida.
Este tipo de pensamiento refleja un intento de encontrar sentido en la tragedia y de recuperar un sentido de control sobre la situación.

Suele experimentarse depresión

La tristeza profunda y la sensación de desesperanza caracterizan la fase de depresión en la que los padres pueden experimentar un luto intenso, sentimientos de vacío, así como una dificultad para encontrar alegría en actividades que antes les resultaban placenteras.
Es un período de introspección y reflexión sobre la pérdida y sus implicaciones.

Finalmente llega la fase de aceptación

Esta es una fase que no implica necesariamente estar contento con la pérdida, sino más bien reconocer la realidad de la situación y comenzar a adaptarse a una nueva forma de vida sin el bebé.
Esta etapa marca el inicio del proceso de sanación, aunque el dolor puede persistir de diversas maneras a lo largo del tiempo.
Es fundamental comprender que estas fases no son rígidas ni necesariamente secuenciales. Los padres pueden experimentar estas emociones de manera fluctuante, saltando entre ellas o experimentando múltiples sentimientos simultáneamente.
Además, el reconocimiento de estas fases puede ofrecer un marco para entender y validar las experiencias emocionales durante el duelo perinatal.

¿Puede la psicología ayudarme con el duelo perinatal?

La psicología juega un papel crucial en el apoyo a los padres que atraviesan el duelo perinatal.
La pérdida de un bebé es una experiencia profundamente dolorosa que puede afectar la salud mental y el bienestar emocional de los padres de manera significativa.
La intervención psicológica adecuada puede facilitar el proceso de duelo, ayudando a los individuos a comprender y manejar sus emociones, y a encontrar caminos hacia la recuperación y la resiliencia.

El papel del psicólogo en el duelo perinatal

Los psicólogos especializados en duelo perinatal ofrecen un espacio seguro y comprensivo en el que los padres pueden expresar sus emociones sin temor a ser juzgados.
A través de diversas técnicas terapéuticas, los profesionales pueden ayudar a los individuos a procesar la pérdida, explorar sentimientos de culpa o ira, y desarrollar estrategias para enfrentar el dolor.
Además, la psicología en el duelo perinatal puede proporcionar herramientas para mejorar la comunicación entre la pareja, que a menudo se ve afectada por la tensión y el estrés emocional derivados de la pérdida. La terapia de pareja puede ser especialmente beneficiosa para fortalecer el vínculo y fomentar el apoyo mutuo durante el duelo.
La comprensión cultural y social del duelo perinatal es otra área en la que la psicología puede ofrecer apoyo.
En muchas culturas, la pérdida de un bebé no siempre recibe el mismo reconocimiento o apoyo que otras formas de duelo, lo que puede aumentar el sentimiento de aislamiento.
De esta forma, los psicólogos pueden trabajar con los padres para navegar estas dinámicas sociales y culturales, y para encontrar comunidades de apoyo que reconozcan y validen su dolor.

Tratamiento psicológico para el duelo perinatal

El tratamiento psicológico para el duelo perinatal se adapta a las necesidades individuales de cada persona, reconociendo la singularidad de cada experiencia de pérdida.
A continuación, se describen algunas de las modalidades terapéuticas más efectivas en el manejo del duelo perinatal.

Realización de terapia individual

La terapia individual proporciona un espacio privado donde los padres pueden explorar sus emociones y pensamientos en profundidad.
A través de enfoques como la terapia cognitivo-conductual (TCC), los psicólogos ayudan a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos que pueden perpetuar la depresión o la ansiedad.
La TCC también puede facilitar el desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables para el manejo del dolor emocional.
Otra técnica utilizada es la terapia de aceptación y compromiso (ACT), que se centra en la aceptación de los sentimientos dolorosos y en la identificación de valores personales que pueden guiar la vida después de la pérdida.
Esta modalidad ayuda a los padres a encontrar un sentido de propósito y a construir una nueva narrativa de vida que incorpora la experiencia del duelo.

Realización de terapia de grupo

Participar en grupos de apoyo puede ser una experiencia transformadora para los padres en duelo perinatal.
De este modo, compartir experiencias con otras personas que han enfrentado una pérdida similar puede reducir el sentimiento de aislamiento y proporcionar una red de apoyo emocional.
En estos grupos, los padres pueden intercambiar estrategias de afrontamiento, ofrecer y recibir empatía, y validar mutuamente sus sentimientos.
Los grupos de apoyo también pueden facilitar la normalización de las emociones complejas que acompañan al duelo perinatal, ayudando a los participantes a entender que sus reacciones son naturales y comprensibles. Esta validación social es esencial para la sanación y el avance en el proceso de duelo.

Realización de terapias basadas en el trauma

En casos donde el duelo perinatal está asociado con experiencias traumáticas, como complicaciones graves durante el parto o intervenciones médicas invasivas, puede ser necesario abordar el trauma subyacente.
Terapias como la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) o la terapia de exposición prolongada pueden ser efectivas para reducir los síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Estas terapias ayudan a los padres a procesar recuerdos traumáticos y a disminuir la intensidad emocional asociada con ellos, permitiendo una mayor integración de la experiencia en la vida cotidiana y facilitando la recuperación emocional.

Realización de terapia familiar

La pérdida perinatal no solamente afecta a los padres individualmente, sino también a la dinámica familiar en su conjunto.
La terapia familiar aborda estas dinámicas, promoviendo la comunicación abierta y el apoyo mutuo entre los miembros de la familia. Este enfoque puede ser particularmente útil cuando hay niños pequeños que también están lidiando con la pérdida, ya que les proporciona un entorno seguro para expresar sus emociones y recibir apoyo.
La terapia familiar puede ayudar a identificar y resolver conflictos que puedan surgir como resultado del duelo, y a fortalecer los lazos familiares para enfrentar conjuntamente la pérdida. Este enfoque integral asegura que el proceso de duelo se maneje de manera holística, atendiendo a las necesidades emocionales de todos los miembros de la familia.

Intervenciones complementarias

Además de las terapias tradicionales, existen intervenciones complementarias que pueden ser beneficiosas en el tratamiento del duelo perinatal.
La meditación y la atención plena (mindfulness) pueden ayudar a los padres a mantenerse presentes y a manejar la ansiedad y el estrés asociados con la pérdida.
Asimismo, técnicas de relajación, como la respiración profunda y el yoga, pueden contribuir a la reducción de la tensión física y emocional.
El arte y la musicoterapia son otras modalidades que permiten a los padres expresar sus sentimientos de manera creativa, facilitando el procesamiento de emociones complejas que a veces son difíciles de verbalizar.

Apoyo continuo y seguimiento

El duelo perinatal no tiene un tiempo definido de duración, y el apoyo psicológico debe ser continuo y adaptable a las necesidades cambiantes de los padres.
El seguimiento regular con un psicólogo puede asegurar que los padres reciben el apoyo necesario en diferentes etapas de su recuperación, y que se aborden nuevas preocupaciones o desafíos a medida que surgen.
Además, es importante reconocer que la recuperación del duelo perinatal es un proceso gradual que puede incluir altibajos emocionales. El acompañamiento psicológico continuo proporciona un espacio de estabilidad y seguridad, permitiendo a los padres navegar por el proceso de duelo con mayor confianza y resiliencia.

Fuentes:

  • https://www.revistaclinicacontemporanea.org/archivos/cc2018v9n3a14.pdf
  • http://repositorio.pediatria.gob.mx:8180/bitstream/20.500.12103/1381/1/ActPed2003-053.pdf
  • https://www.sgom.org/uploads/app/1660/elements/file/file1713267080.pdf
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