PERSONA APOYADA EN UNA BARANDILLA EN EL BOSQUE

¿Por qué nos cuesta confiar?

Si bien la confianza es un componente esencial en las relaciones humanas, muchas personas encuentran difícil confiar, ya sea debido a experiencias pasadas, inseguridades personales o influencias culturales.

En este artículo, explicaremos qué es la confianza, así como hablaremos sobre las diversas razones que pueden estar detrás de la dificultad para confiar y qué hacer cuando comienzas a sentir desconfianza.

¿Qué es la confianza?

Con relación a qué es la confianza, es la creencia sólida en la veracidad, fiabilidad, capacidad o fortaleza de alguien o algo.
Esta consiste en la expectativa de que los demás actuarán de manera predecible y positiva, al igual que no te harán daño intencionadamente, siendo fundamental para gestar relaciones saludables y tener un bienestar emocional.

La capacidad de confiar se forma en la infancia temprana por medio de interacciones consistentes y seguras con los cuidadores.
Así pues, existen diferentes causas por las que puedes perder la confianza, entre estas las experiencias negativas, como traiciones, mentiras o abusos, que pueden hacer que confiar en los demás sea difícil, en vista de que son eventos que pueden dejar cicatrices emocionales profundas que afectan la capacidad de una persona para abrirse y confiar de nuevo.

Asimismo, las personas aprenden a confiar (o no) observando a sus figuras de referencia, como padres, amigos y figuras de autoridad, de modo que, si estos individuos muestran desconfianza, es probable que una persona adopte comportamientos similares.

La cultura también puede jugar su parte. Hay culturas que valoran la independencia y la autosuficiencia, lo que puede desalentar la confianza en los demás. Lo mismo ocurre con algunas normas culturales y expectativas sociales, que pueden influir en la disposición de una persona a confiar.

Otra de las razones para que exista la desconfianza son la baja autoestima y las inseguridades personales. Si una persona no se siente digna de confianza o teme ser rechazada, es menos probable que confíe en los demás.

¿Por qué desconfiamos?, ¿de dónde puede provenir la desconfianza?

La desconfianza es un estado emocional y cognitivo complejo que suele originarse en diversas experiencias personales, sociales y biológicas.

Algunas de las razones por las que esta puede surgir es cuando una persona que ha vivido traiciones o engaños. Puede evidenciarse que desarrolla un patrón de desconfianza como mecanismo defensivo.

Estas experiencias a su vez generan huellas emocionales que hacen que el individuo esté más alerta ante señales de peligro en futuras interacciones.

De igual forma, la desconfianza también se transmite a través del entorno familiar y cultural. Si los cuidadores primarios mostraban actitudes desconfiadas hacia los demás, es probable que estas creencias se interioricen desde la infancia.

En cuanto a las sociedades con altos niveles de desigualdad o violencia, tienden a fomentar actitudes de desconfianza colectiva.
Asimismo, desde un punto de vista evolutivo, la desconfianza tiene un propósito adaptativo. En entornos de supervivencia, era crucial detectar y evitar amenazas potenciales, lo que explica por qué el cerebro humano está naturalmente predispuesto a identificar riesgos, incluso en situaciones aparentemente seguras.
La desconfianza también se activa cuando las personas sienten que han perdido el control sobre una situación, evidenciándose en escenarios de incertidumbre, como en cambios sociales abruptos o eventos inesperados, en los cuales el miedo a lo desconocido aumenta la probabilidad de desconfiar de los demás.
Por otra parte, la química cerebral también juega un papel importante. Niveles alterados de ciertas hormonas, como el cortisol (relacionado con el estrés), pueden intensificar la percepción de amenazas, incrementando la desconfianza.
Además, algunas afecciones de salud mental, como la ansiedad o los trastornos paranoides, pueden predisponer a la persona a desconfiar excesivamente.

Las consecuencias de no confiar en los demás

Algunas de las principales consecuencias de no confiar en los demás son el aislamiento social, evitando las relaciones íntimas y significativas por miedo a ser dañadas.

De igual modo, vivir en un estado constante de desconfianza puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, lo que puede afectar negativamente la salud mental y física.

La falta de confianza impide la formación de relaciones profundas y significativas, lo que puede generar sentimientos de soledad y desconexión, mientras que, en el entorno laboral, puede dificultar la colaboración y el trabajo en equipo, afectando negativamente el rendimiento y las oportunidades de carrera.
A su vez, suele tener un alto impacto en la autoestima, debido a que puede reflejar una falta de confianza en uno mismo y en la propia capacidad de juicio, lo que puede erosionarla aún más.

¿Se puede trabajar la confianza?

La confianza se puede trabajar y mejorar con tiempo y esfuerzo, siendo importante para ello que entiendas tus propias emociones, pensamientos y comportamientos.

En este sentido, la autorreflexión regular puede ayudarte a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos.
A su vez, la terapia puede proporcionar herramientas y técnicas para abordar la desconfianza. Con la ayuda de un psicólogo se puede trabajar para establecer límites saludables, desarrollar habilidades de comunicación y construir relaciones de confianza.
Sin embargo, ten en cuenta que no es posible construir la confianza de la noche a la mañana. Comienza confiando en pequeñas cosas y, gradualmente, avanza hacia situaciones más significativas.

Así pues, la práctica gradual puede ayudar a desarrollar la confianza de manera sostenible.
Participar en talleres y programas de desarrollo personal puede proporcionar habilidades y conocimientos para construir y mantener la confianza en las relaciones.

Rodearte de personas de confianza y construir una red de apoyo, puede fomentar un ambiente de seguridad y confianza.
Las relaciones positivas y de apoyo pueden servir como modelos para construir confianza en otras áreas de tu vida.

La confianza es un pilar fundamental en las relaciones humanas y el bienestar emocional y aunque puede llegar a ser difícil confiar debido a diversas razones, lo cierto es que es posible trabajar en esta y mejorarla con el tiempo.

Identificar las causas de la desconfianza, buscar apoyo profesional y practicar estrategias efectivas puede ayudar a construir relaciones más saludables y significativas.

En Instituto Claritas, contamos con un equipo de psicólogos que te ayudará a manejar la desconfianza de una forma efectiva.

Fuentes:

  • https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/7007/4/Confianza.pd
  • https://ddd.uab.cat/pub/athdig/15788946n17/15788946n17p97.pd
  • https://repositorio.usam.ac.cr/xmlui/bitstream/handle/506/731/LEC%20HAB%20BLA%200001%202016.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

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