Desde Cláritas nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
¿Por qué debemos eliminar la violencia contra la mujer?
Porque se trata de una de las vulneraciones de los derechos humanos más devastadora y con mayor persistencia y extensión en todo el mundo que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres. Además, apenas es informada debido al silencio, el miedo, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
En España, según los resultados de la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer realizada por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género en 2019, una de cada dos mujeres (57,3%) ha sufrido violencia machista a lo largo de su vida por ser mujer, desde una mirada lasciva a una violación. El 38,2% han sufrido una violación fuera de la pareja. Y el 24,9% de las adolescentes de 16 y 17 años reconocieron haber sufrido violencia psicológica o de control.
Tipos de violencia de género
- Agresión física, la más visible y que objetivamente puede ser percibida por otros por dejar marcas en el cuerpo. Este tipo de violencia se refiere a empujar, azotar, morder, dar patadas o bofetadas, agarrar y dejar inmóvil a la víctima, e incluso golpearla con un arma o lanzando un objeto.
- Maltrato psicológio, el cual aparece siempre que haya otro tipo de violencia. Entre este tipo de maltrato se encuentran las humillaciones, coacciones, insultos, amenazas, desprecios, manipulaciones, indiferencias, silencios, desvalorizaciones hacia propia mujer, dominación y control del agresor. Todo ello provocando en la victima sentimientos de indefensión y de culpa.
- Violencia sexual, se incluyen violaciones, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, acoso cibernético o callejero, matrimonio impuesto, etc.
- Violencia económica, donde el agresor controla los ingresos y accesos económicos de la víctima, impidiendo que ésta trabaje de forma remunerada u obligando que le entregue tus ingresos.
- Violencia social, se refiere a que el agresor hace por impedir el contacto social y familiar de la víctima, aislándola y limitando que ésta tenga una red de apoyo social, que es crucial para salir de este tipo de relaciones.
Cuando pensamos en violencia de género lo primero que se nos viene a la cabeza es la violencia producida por un compañero sentimental (violación conyugal, femicidio). No obstante, la violencia contra la mujer se puede dar en múltiples ámbitos como en la familia, la sociedad en general o las instituciones e incluye otros tipos de violencia como son la trata de mujeres (explotación sexual), la mutilación genital o el matrimonio infantil.
¿Cómo saber si una mujer está sufriendo maltrato?
Existen una serie de comportamientos que pueden ayudar a la detección de la violencia de género:
- Recibe mensajes de texto constantemente de control u acoso cuando no están juntos.
- Le humilla, grita, desprecia o insulta en privado o en público.
- Le aísla de familiares y/o amistades.
- Siente miedo y ansiedad por complacer a la pareja.
- Evita relacionarse con gente, especialmente del sexo opuesto, se distancia de familiares y amistades.
- Se muestra cohibida ante la presencia de su pareja.
- Si la pareja se muestra posesivo, lo justifica.
- Le controla el dinero y toma decisiones por ella.
- Se muestra triste, ansiosa, sentimientos de inferioridad, odio a sí misma, ideación suicida y/o cambios de ánimo. Evita contacto físico y visual.
- Pierde interés en sus aficiones, inicia consumo de alcohol o sustancias, alteraciones del sueño y apetito.
Ciclo de la Violencia Machista
Ayuda a explicar cómo llegan a ser víctimas las mujeres maltratadas y el por qué no intentan escapar de esta situación.
Está compuesto por tres fases que se producen de forma secuencial y cíclica, es decir, cuando finaliza la última fase, se vuelve a iniciar la primera y así sucesivamente.
- Fase de Acumulación de tensión: se caracteriza por agresiones de baja intensidad. Se producen gritos, pequeñas peleas y la tensión se acumula produciendo un aumento de la violencia verbal. La mujer trata de controlar y calmar la situación haciendo lo posible para que el agresor no descargue tensión contra ella. Incluso lo justifica frente a otras personas.
- Fase de Explosión de Violencia: toda la agresión acumulada en la fase anterior es descargada en esta segunda fase produciendose un incidente agudo de agresión.
- Fase de Luna de miel: llega la calma desapareciendo la violencia y la tensión. El agresor se muestra cariñoso, amable y arrepentido por lo ocurrido. Intenta que la mujer no lo abandone por medio de la manipulación afectiva haciéndole ver su arrepentimiento y asegurando que no volverá a ocurrir mediante actos románticos.
Consecuencias psicológicas
- Distorsiones cognitivas: minimización, negación o disociación de la violencia vivida.
- Cambio en la forma de verse a sí mismas, a los demás y al mundo.
- Baja autoestima, problemas de identidad y autoimagen distorsionada.
- Sentimientos depresivos y de ansiedad.
- Problemas somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas.
- Dificultades en sus relaciones sociales.
- Dependencia emocional.
- Insomnio.
- Sentimientos de culpa y miedo.
- Sufrir una violación incrementa por 6 el riesgo de tener pensamientos suicidas.
- Trastorno de estrés postraumático.
- Irritabilidad, rabia y rencor.
- Aislamiento emocional, soledad.
- Dificultad para reconocer y expresar emociones.
- Agotamiento psíquico.
- Viven en estado constante de alerta.
- Autocrítica negativa.
Si estás o conoces a alguien que pueda estar viviendo esta situación, pide ayuda, escucha a la persona, no juzgues y ten paciencia. Y sobretodo pide ayuda profesional. En Cláritas podemos ayudar a sanar las heridas emocionales provocadas por la violencia de género.