Las circunstancias que vivimos han trastocado todos los ámbitos. También el personal. Las relaciones de pareja en la pandemia son más difíciles. Se han visto afectadas en muchos sentidos. Y es lógico, porque la situación a la que nos ha llevado la COVID-19 ha cambiado nuestras vidas radicalmente. Y se ha creado el caldo de cultivo perfecto para los conflictos de convivencia. Además, el estado de agotamiento emocional en el que nos encontramos a estas alturas no nos lo pone muy fácil.