Desilusión y desmotivación por el confinamiento: Síndrome de burnout en época de cuarentena

Seguramente el 2020 sonaba para muchos como un año redondo, no solo por la terminación numérica, también porque cuando en diciembre tomábamos las uvas, nadie se imaginaba lo que estaba a punto de llegar. La presencia del coronavirus en España ha sido un golpe muy duro para todos, aunque muchos no fuésemos conscientes hasta ahora.

Es verdad eso que dicen de “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Y es ahora, tras varias semanas de confinamiento, cuando uno se detiene y empieza a ser consciente de las numerosas consecuencias que esta situación puede tener sobre cada uno de nosotros. Otros desgraciadamente ya las han vivido, y otros muchos aun no han podido ni pararse a pensarlo.

Lo que sí que compartimos todos, es que es una situación a la que no estamos acostumbrados y a la que no sabemos responder. La mayoría, probablemente, se sienta perdida, inestable emocionalmente (unas veces muy contentos, otras muy tristes, enfadados, asustados…), con sensación de no poder controlar lo que pasa ni ahora mismo ni en el futuro. Como si nos encontrásemos sumergidos en un mar de incertidumbre, que puede incluso hacernos perder la motivación en muchos aspectos, como puede ser el trabajo.

Éste es un tema muy importante ahora mismo porque, durante este periodo de confinamiento, muchos os habréis planteado qué pasará con vuestro trabajo. E incluso habréis podido reflexionar sobre él y comprobar si el nivel de motivación ha disminuido con esta situación (teletrabajar es más difícil).

Todas estas sensaciones que podemos estar sintiendo, recuerdan al síndrome de burnout.

¿Qué es el síndrome de burnout?

Es un sentimiento de fracaso como consecuencia de una sobrecarga por exigencias de energía, recursos o fuerza del trabajador. Que produce un estado de agotamiento emocional, mental y físico al exponerse a situaciones que son emocionalmente muy intensas y demandantes. 

Las características principales son: agotamiento emocional (sensación de no poder dar más de uno mismo), despersonalización (actitud distante frente al trabajo) y falta de realización personal (evaluación negativa hacia uno mismo).

Síntomas del síndrome de burnout

Síntomas físicos:

  • Fatiga
  • Dolor de cabeza
  • Insomnio
  • Alteración del peso
  • Malestar abdominal
  • Tensión muscular

Síntomas emocionales:

  • Irritabilidad
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Frustración
  • Aburrimiento
  • Distanciamiento afectivo
  • Desorientación

Síntomas conductuales:

  • Absentismo laboral
  • Empeoramiento de las relaciones interpersonales
  • Tono de voz elevado
  • Llanto inespecífico
  • Dificultades de concentración
  • Conflicto con los compañeros
  • Abuso de drogas

Se pueden experimentar todos los síntomas o solo algunos de ellos.

¿Qué hacer frente a este síndrome?

Actualmente, parece que el síndrome de burnout no solo hace referencia al trabajo. También comparte muchos síntomas en relación a cómo nos sentimos durante el confinamiento. Esta mezcla de emociones nos lleva muchas veces a actuar de forma disfuncional. Es decir, hacemos cosas que pensamos que nos van a ayudar a combatir estos estados emocionales incómodos pero que, a largo plazo, pueden resultar perjudiciales.

Por ejemplo, algunos, durante la cuarentena, puede que se hayan sentido desbordados frente a todo lo que tenían que hacer (teletrabajo, clases con los hijos, tareas del hogar, etc.) y han reaccionan comiendo más y de forma descontrolada. Otros, por el contrario, se sienten desmotivados y poco realizados porque tenían muchos objetivos planteados durante el confinamiento y no han podido cumplir con ellos (aprovechar para entrenar todos los días, bajar de peso, etc.) y empiezan a practicar ejercicio físico excesivo.

Ambos ejemplos, en el momento parecen servir, ya que se reducirá la ansiedad generada por esos estados emocionales. Sin embargo, a medida que pasen los días, nos empezaremos a sentir mal porque esas formas de solucionarlo no son buenas.

A continuación se exponen algunas pautas para poder solucionarlo de una forma más efectiva:

  • Tómate un respiro: Es habitual que en una situación como la que estamos viviendo, te sientas poco realizado. No es necesario auto-realizarse durante el confinamiento. Tampoco en el trabajo, no es una situación laboral fácil.
  • Ponle nombre a lo que te pasa: Identificar lo que te pasa es el primer paso para superarlo.
  • Mejora la gestión del tiempo: Elabora un planning, identifica en qué pierdes el tiempo y conviértelo en una recompensa (solemos perder el tiempo con lo que nos gusta, realízalo después de trabajar).
  • Plantea pequeños objetivos: No dejes que la gran meta te paralice, ve paso a paso. Prémiate al conseguir cada objetivo.
  • Se más asertivo: Aprende a decir que no y reconoce tus derechos sin violar los de los otros.
  • Cambia tu ocio: Sé creativo y no te conformes con lo de siempre. Busca planes diferentes que te ayuden a  desfogarte.
  • Cambia la perspectiva: Sustituye el “no puedo” por el “¿cómo puedo hacerlo de la mejor forma posible?”
  • Establece una rutina: Planear los días te puede dar una visión más positiva. 
  • Ordena tu espacio de trabajo.
  • Lleva hábitos de vida saludables.
  • Ajusta tus expectativas: Sé consciente de tus limites. Redefine el éxito y siéntete orgulloso de hasta donde puedas llegar.

En conclusión, teniendo en cuenta la situación de crisis y aislamiento actual, sentirse desmotivado y frustrado es completamente normal. Lo más importante en este momento es actuar y no atascarse en ese “desastre” emocional. Identifica lo que estás sintiendo, sé consciente de lo que te transmite tu cuerpo y si no puedes solucionarlo tú solo, pide ayuda. La terapia psicológica puede dotarte de estrategias para afrontarlo. 

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