Existe una gran diferencia entre querer estar solos y sentirnos solos, por lo que hoy nos preguntamos ¿Qué es la soledad? ¿Qué diferencia hay entre soledad y soledad no deseada?
Existen muchos tipos de soledades, y muchas de ellas son enriquecedoras y favorables para nuestro desarrollo personal. No siempre tenemos que estar rodeados de personas para poder estar bien o sentirnos bien, pero cuando la soledad no se ha escogido nos encontramos ante la soledad no deseada, aquella que es impuesta y que se caracteriza por malestar ante la discrepancia entre el número o la calidad de relaciones sociales deseadas y las reales.
Es decir, la soledad es la ausencia o el déficit de relaciones interpersonales, mientras que la soledad no deseada es la experiencia subjetiva de insatisfacción sobre la calidad o la cantidad de relaciones sociales. La soledad no deseada tiene un componente personal, no viene marcado por estándares sociales o por la opinión de otras personas.
Desde hace unos años varias entidades investigadoras han puesto el foco en el estudio de la soledad no deseada, ya que se ha demostrado que está estrechamente relacionada con muchas otras dificultades de carácter psicológico, físico, social y económico. Las personas que se encuentran en situación de soledad no deseada tienen mayor tendencia a padecer trastornos psicológicos como depresión o ansiedad, además de problemas físicos de salud como por ejemplo diabetes. Por otro lado, esta soledad no deseada puede desembocar en un progresivo aislamiento social, con un descenso en la participación de actividades sociales o incluso laborales.
La soledad no deseada puede darse en distintos puntos de nuestra vida, y es que los últimos estudios confirman que, en nuestro país, la soledad no deseada no solo la padecen las personas mayores sino también la población joven de entre los 15 y 20 años. Otro factor que favorece la soledad no deseada es el convivir con desconocidos o solo. Dentro de este último grupo incluimos al conjunto de personas que se han trasladado de país o ciudad y se encuentran en situación de soledad no deseada hasta que forman una nueva red de apoyo. Normalmente los principales sentimientos de estas personas son la tristeza, desesperanza, preocupación e incertidumbre, pero es importante recordar que podemos hacer pequeños y grandes cambios que nos ayuden a reducir este sentimiento de soledad no deseada.
Si te encuentras en una situación de soledad no deseada o conoces a alguien que podría estarlo, en Cláritas podemos ayudarte. La terapia psicológica, los talleres grupales o nuestro programa de expatriados son algunas de las opciones con las que puedes contar para reducir ese malestar.
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